Ladrón entro a pedir fuego a kiosco que había asaltado la noche anterior

4 de Febrero del 2009

Un delincuente armado asaltó un céntrico kiosco, se llevó la recaudación, una campera y dos celulares a sus dueños. Los dejó encerrados y al día siguiente regresó al negocio pero a pedir fuego, encendió un cigarrillo y se fue. Se encontró inclusive de frente con una de sus víctimas, que lo siguió mientras iba llamando por teléfono a la Policía, pero el arriesgado malandra se las ingenió para perderla de vista y escapar, hasta se dio el lujo de pasar por el frente de una Comisaría.

Este increíble episodio se vivió en las últimas horas en Trelew, al día siguiente que el malviviente entrara armado cerca de la medianoche del lunes al «maxi kiosco Sttugart», un local comercial que está ubicado en la calle Pellegrini casi 28 de Julio, a metros del hospital público de lYelew, redujera a la pareja que lo estaba atendiendo y se apoderara de unos 700 pesos de la caja registradora, de la campera del dueño y de los celulares de él y su novia.

Las víctimas tuvieron que romper el vidrio de la puerta de acceso para poder salir porque el ladrón los había dejado encerrados adentro del kiosco llevándose la llave de la puerta de acceso. Hace cuatro meses que se hicieron cargo de ese negocio, según lo reveló uno de ellos.

Otro hecho de similares características ocurrió horas después, ya en la madrugada de ayer en la calle Julio A.Roca al 1400; pero ese fue más dramático. Allí actuaron cinco sujetos, la mayoría armados y se llevaron de todo. (Ver aparte)
Carlos Lenard, el propietario del kiosco asaltado de la esquina del hospital, habló con EL CHUBUT y al dar cuenta de lo que le había sucedido a él y su novia señaló que el asaltante entró solo y a cara descubierta, que nunca lo había visto, pero a la vez aportó el dato de que unos vecinos le habían contado después que afuera lo esperaba otro individuo, el que supuestamente en la intersección de Pellegrini y Julio A. Roca le estaba haciendo de ¿campana».

Lenard contó que él estaba en la parte de atrás del negocio cuando el delincuente apareció con su novia trayéndola encañonada. «Nos hizo agachar, nos preguntó dónde estaba la plata, le dije que en la caja y se llevó mi campera, los dos celulares y la recaudación», comenzó explicando el joven comerciante.

Agregó después: «Nos dejó encerrados, justo venían dos personas que fueron las que avisaron a la Policía y yo tuve que romper el vidrio para salir porque se llevó la llave».
«¿Andaba solo o afuera había alguien que lo esperaba?», le preguntó entonces EL CHUBUT, a lo que respondió: «Los chicos de la parada (de taxi) me dijeron que ahí en la esquina había uno que lo estaba esperando, pero yo no vi nada», aclaró.

Luego al contar que hace «cuatro meses» que comenzaron en ese kiosco recordó que hace le habían «entraron a robar por la parte de atrás. Había un hueco por el que se podía acceder, ahora lo tapamos pero parece que estamos de mala suerte», dijo Lenard casi hablando en un tono risueño.

Después admitió que lo vio nervioso al ladrón. Su novia, asimismo, comentó a la Policía que bamboleaba el arma en distintas direcciones mientras les apuntaba presumiendo que podía llegar a ser de juguete, por la facilidad con que lo hacía. «¿Y qué les decía?», le volvió a consultar este diario a Lenard. -Que no lo miremos, que miremos para abajo y nos preguntaba en donde estaba la plata», de manera insistente, según explicó.