viernes, 27 de marzo de 2009

Ladrones arrasan con todo en un lavadero

6 de Marzo del 2009
Al menos cuatro malvivien­tes entraron violentamente a un lavadero y lo desvalijaron: Se llevaron de todo, desde las herramientas que los dueños tenían para trabajar, filtros, lubricantes y otros accesorios hasta el cuatriciclo de un clien­te y el auto de una empresa de gaseosas que estaban guarda­dos en el lugar. A otro vehícu­lo les sacaron sus cuatro cu­biertas y lo dejaron afirmado sobre varios criques. El coche sustraído apareció cuatro ho­ras después abandonado en una calle del barrio Democra­cia Argentina^ al sudoeste de Trelew, frente a la casa de un subcomisario.
Este hecho de ribetes real­mente increíbles, el cual pre­tendieron ocultar desde la Unidad Regional de esta ciu­dad, sucedió a solo quinientos metros de una dependencia policial, de las instalaciones de la Comisaría Tercera. El ne­gocio al que desvalijaron se lla­ma «Lubricentro Ruta 25», está situado en la esquina de Mos-coni y avenida Ciudad de La Plata y al robo lo cometieron entre las dos y las cinco de la madrugada de ayer. A eso de las seis llegó un vecino y des­cubrió el portón abierto de par en par y al perro de los propie­tarios echado en el medio de la calle.
Según Hugo González; uno de los dueños del lavadero, hace diez años que están ins­talados en ese sector de la ciu­dad -ya casi llegando al par­que industrial pesado, en el oeste de Trelew- y hasta ayer no les habían robado. Eran los únicos en ese vecindario del barrio Corradi que aún no ha­bían sido visitados por los «ami­gos de lo ajeno». Estimó que lo que le sustrajeron -sin contar el cuatriciclo y las cuatro cos­tosas cubiertas del auto- as­cendería a los 25 mil pesos.
«La verdad que es una si­tuación bastante fea; llegar y encontrarse sin herramientas. Robaron mercadería del lubri­centro, un auto y un cuatrici­clo de un cliente. Tenemos amargura, bronca e impoten­cia porque llegamos y no tenemos ni una herramienta para trabajar», se lamentó Gonzá-ez al hablar con EL CHUBUT. lacia diez minutos que unos ecinos habían llamado a la olida dando cuenta que en la squina de Juan de La Piedra
San Martín había un Fiat Jno, de color blanco, con cal­cos de una embotelladora de gaseosas que allí estacionado estaba hace bastante tiempo. Las autoridades llegaron y se encontraron con que el vehí­culo al que los malvivientes dejaron enfrente de la casa de un subcomisario era el que durante la madrugada habían sustraído del lubricentro.
¿Qué les llevaron? Le pre­guntó este diario a González pidiéndole un detalle de lo que les faltaba: «Todas las herra­mientas del taller; amoladora, agujereadota, banco de fuer­za, llaves criques, saca filtros, distintos tipo de llaves. Lubri­cantes, filtros; las cuatro rue­das del auto de un cliente. La verdad que hicieron un desas­tre», remarcó. «Forzaron la puerta de acceso y abrieron el portón grande. Cuando llega­mos a las ocho de la mañana estaba el portón abierto, nos encontramos con esa sorpre­sa», acotó.
Ante estas expresiones EL CHUBUT le consultó si los ve­cinos no habían visto algo, a lo que respondió: «La verdad que nos sorprende que no haya venido ningún vecino a avisar­nos.
Aparte llegó el de al lado, que llega a las seis de la maña­na y se encontró con el perro nuestro que estaba afuera y con el portón abierto», dijo González.
Si ustedes tuvieran que ha­cer un evaluación en plata de lo que les llevaron ¿a cuánto ascendería solamente en he­rramientas y mercadería? Se insistió. «Y, más de 25 mil pe­sos; entre herramientas, lubri­cantes y filtros», detalló. ¿Y ahora qué van a hacer con el tema de la sustracción del cua­triciclo, ya lo sabe el dueño? Volvió a consultarle este dia­rio. «Sí, ya lo sabe.
La verdad que es un ami­go, pero tiene que aparecer. Si no de alguna forma vamos a tener que arreglar», sostuvo.Finalmente, se le consultó sobre su presunción respecto de la cantidad de maleantes que entraron y actuaron en el lugar, y sobre eso dijo: «Y sí; han entrado varias personas. Para hacer semejante trabajo tienen que haber venido -cal­culo- entre cinco y seis perso­nas y con alguna camioneta», estimó.

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