18 de Marzo del 2009
A Paulino Araneda ya lo asaltaron cuatro veces en un mes. Es el playero de una céntrica estación de servicio al que ayer a la madrugada a punta de pistola dos delincuentes lo sorprendieron a los minutos que terminara de atender a un cliente y le sacaron unos 20 pesos que tenía en el bolsillo y se llevaron un bidón con combustible. Uno de ellos le gatillo antes de que huyeran del lugar y ambos lo amenazaron de muerte para que no fuera con la Policía. El hecho, dramático por cierto, sucedió cerca de las tres y media de la madrugada en la expendedora de combustible de Entre Ríos y San Martín y las autoridades de la Seccional Tercera dijeron haber logrado la detención de uno de sus autores; un menor del que sostienen tiene amplios antecedentes por el acometimiento de robos de estas características al que mandaron al Cose.
«Me encañonaron contra uno de los surtidores», fue lo primero que le dijo a EL CHUBUT Paulino Araneda al dialogar con este diario mientras ia Policía realizaba las acostumbradas actuaciones en la estación de servicio, preguntándole por el nombre y apellido de sus familiares. ¿Estaban encapuchados?, se le consultó entonces. «No. A cara descubierta. No, si ya no andan más encapuchados; ahora directamente vienen así nomás, si nadie les hace nada», respondió el playero.
Luego señaló: «Salieron corriendo para arriba. Los dos andaban armados. Ya estamos repodridos que nos asalten», confesó y ante esa circunstancia este diario pretendió llevarle algo de tranquilidad diciéndole que lo que debía agradecer era que no le habían hecho nada, a lo que respondió: «Y sí. Me agarraron de sorpresa de nuevo. Uno tema un 22 y el otro un 38», señaló.
Finalmente se le consultó a Araneda si alguno le había dicho algo en especial. «
Sí. Que le diera la plata porque si no me hacían boleta, ya me había gatillado cuando les mostré el cartel que dice que no usamos plata a la noche», contó.
«Me encañonaron contra uno de los surtidores», fue lo primero que le dijo a EL CHUBUT Paulino Araneda al dialogar con este diario mientras ia Policía realizaba las acostumbradas actuaciones en la estación de servicio, preguntándole por el nombre y apellido de sus familiares. ¿Estaban encapuchados?, se le consultó entonces. «No. A cara descubierta. No, si ya no andan más encapuchados; ahora directamente vienen así nomás, si nadie les hace nada», respondió el playero.
Luego señaló: «Salieron corriendo para arriba. Los dos andaban armados. Ya estamos repodridos que nos asalten», confesó y ante esa circunstancia este diario pretendió llevarle algo de tranquilidad diciéndole que lo que debía agradecer era que no le habían hecho nada, a lo que respondió: «Y sí. Me agarraron de sorpresa de nuevo. Uno tema un 22 y el otro un 38», señaló.
Finalmente se le consultó a Araneda si alguno le había dicho algo en especial. «
Sí. Que le diera la plata porque si no me hacían boleta, ya me había gatillado cuando les mostré el cartel que dice que no usamos plata a la noche», contó.
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