29 de Marzo del 2009
Hasta la bandera de ceremonias se llevaron de una escuela pública a la que entre dos y cuatro malvivientes saquearon ayer en el barrio Abel Amaya de Trelew. Los delincuentes entraron violentando unas rejas y una ventana que da a la dirección del establecimiento y además robaron las chequeras que en la institución usan para pagar a los proveedores; unos 1.800 pesos en efectivo, una computadora, una fotocopiadora, una impresora y también el teléfono inalámbrico del colegio.
El hecho ocurrió ayer entre la una y las cinco de la tarde en la Escuela 793, ex 215, un edificio escolar que se encuentra ubicado en las calles Río Senguer y Pascual Daleoso. Marco Antonio Ramos Velásquez, el director de la comunidad educativa, confesó a EL CHUBUT que tenía «una impotencia terrible» y que se sentía mal por lo sucedido.
«Nos han sacado para empezar lo más importante: la bandera de ceremonias», comenzó diciéndole a este diario. «Se llevaron un CPU, el monitor, una fotocopiadora, una impresora, el teléfono inalámbrico, los cheques de la escuela, unos 1.800 pesos que teníamos, el dinero que nos habían dado para el plan de becas del «Promedu», y destruyeron la central del teléfono», detalló.
¿Qué tipo de cheques les llevaron? se le consultó. «Los de las cuentas de la escuela con los que nosotros les pagamos a los proveedores, porque no manejamos efectivo, sólo lo hacemos para pagarle a los talle-ristas», contestó el docente. «Reventaron todas las cajas que están en los ficheros. Pero lo increíble es que no sonó la alarma, porque hoy (por ayer) uno de los talleres estuvo funcionando hasta la una de la tarde y cuando llegué se activó, pero cuando entraron los delincuentes no funcionó. Así que yo creo que hubo problemas en la central. La Policía incluso estuvo aquí, y no anduvo la alarma», señaló.
¿Cuántos suponen ustedes que pueden haber sido? le volvió a consultar este diario a Ramos Velásquez, a lo que respondió: «Y, para mí unas cinco o seis personas, porque una sola no puede producir tanto revuelo y llevarse todo lo que robaron. La bandera que se llevaron nos la habían dado hace poquito, y la que sí dejaron fue la bandera de la provincia», consignó.
Agregó finalmente: «Yo no sé qué más buscaban porque revolvieron todo; los diplomas, los legajos de los docentes, la documentación de las licencias del personal, todo. Y la verdad, estoy un poco mal sinceramente, tengo una impotencia terrible.Uno le pone toda la polenta, toda la fuerza por los chicos», y pasa esto, concluyó. Después, por su teléfono celular habló con la ministra de Educación, comentándole lo que había ocurrido.
El hecho ocurrió ayer entre la una y las cinco de la tarde en la Escuela 793, ex 215, un edificio escolar que se encuentra ubicado en las calles Río Senguer y Pascual Daleoso. Marco Antonio Ramos Velásquez, el director de la comunidad educativa, confesó a EL CHUBUT que tenía «una impotencia terrible» y que se sentía mal por lo sucedido.
«Nos han sacado para empezar lo más importante: la bandera de ceremonias», comenzó diciéndole a este diario. «Se llevaron un CPU, el monitor, una fotocopiadora, una impresora, el teléfono inalámbrico, los cheques de la escuela, unos 1.800 pesos que teníamos, el dinero que nos habían dado para el plan de becas del «Promedu», y destruyeron la central del teléfono», detalló.
¿Qué tipo de cheques les llevaron? se le consultó. «Los de las cuentas de la escuela con los que nosotros les pagamos a los proveedores, porque no manejamos efectivo, sólo lo hacemos para pagarle a los talle-ristas», contestó el docente. «Reventaron todas las cajas que están en los ficheros. Pero lo increíble es que no sonó la alarma, porque hoy (por ayer) uno de los talleres estuvo funcionando hasta la una de la tarde y cuando llegué se activó, pero cuando entraron los delincuentes no funcionó. Así que yo creo que hubo problemas en la central. La Policía incluso estuvo aquí, y no anduvo la alarma», señaló.
¿Cuántos suponen ustedes que pueden haber sido? le volvió a consultar este diario a Ramos Velásquez, a lo que respondió: «Y, para mí unas cinco o seis personas, porque una sola no puede producir tanto revuelo y llevarse todo lo que robaron. La bandera que se llevaron nos la habían dado hace poquito, y la que sí dejaron fue la bandera de la provincia», consignó.
Agregó finalmente: «Yo no sé qué más buscaban porque revolvieron todo; los diplomas, los legajos de los docentes, la documentación de las licencias del personal, todo. Y la verdad, estoy un poco mal sinceramente, tengo una impotencia terrible.Uno le pone toda la polenta, toda la fuerza por los chicos», y pasa esto, concluyó. Después, por su teléfono celular habló con la ministra de Educación, comentándole lo que había ocurrido.
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