1 de Abril del 2009
Tres malvivientes entraron a la casa de unos conocidos comerciantes en el centro de Trelew, descolgándose por el paredón de un vecino y luego que uno de ellos atacara a trompadas a la empleada doméstica al sorprenderla en el patio trasero colgando ropa, la llevaron para un baño, allí la encerraron y comenzaron a juntar cosas para robar, pero justo sonó el timbre de la puerta de acceso y eso los puso en fuga. Adentro, se hallaba uno de los hijos de los dueños del lugar de 9 años, que del susto se escondió en un placard.
El hecho sucedió momentos antes de las nueves y media de la mañana en la calle Mar-coni al 500, entre 28 de Julio y Julio A. Roca. En ese lugar se afinca un matrimonio de comerciantes, de un conocido apellido en la zona, y sus dos pequeños hijos. Uno de ellos estaba en la escuela, el otro fue quien vivió la traumática experiencia al ver a los tres delincuentes que de manera violenta entraban a su casa. A la doméstica que lo cuidaba tuvieron que trasladarla a un centro asistencial con una crisis nerviosa. Es la tercera vez que le sucede prácticamente lo mismo.
«Le pegaron una trompada a la chica en el ojo y está con un ataque de nervios», le contó a EL CHUBUT el abuelo de los nenes al mantener un breve diálogo con este diario, ya cuando la Policía se había retirado del lugar. «Fue casi similar a la vez anterior», se acordó.
¿A ustedes los han asaltado ya tres veces con ésta?, se le preguntó. «Sí. Una vez la dejaron a la chica bastante estropeada. Esta vez no tanto, pero de nuevo le pegaron una trompada, la encerraron en el baño y estuvieron juntando cosas. Y en ese Ínterin se nota que alguien de la familia vino a tocar el timbre; no sabemos todavía quién y dejaron todo preparado. ¡Pero tres veces!», exclamó quejándose.
¿La doméstica estaba con alguno de los chicos? Volvió a ser consultado el abuelo, a lo que respondió. «Sí. Con uno de mis nietos. Tiene nueve años. Lo peor es que se encerró en un placard. ¡Un desastre!», aseveró.
Luego detalló ante otra pregunta de este diario que eran tres, que la doméstica no les había visto armas y volvió a reiterar que uno de los malvivientes le habían pegado una trompada a la mujer. «Pero hacen un trabajo como de inteligencia, ven que salen, que van para el negocio, que queda la chica sola y salió a tender la ropa y en ese momento se le descolgaron los tipos por la pared del vecino y le pegó una trompada y la encerró», explicó.
«Así es la seguridad que tenemos en Trelew; a las nueve y media de la mañana», acotó, al revelar además que a raíz de lo sucedido su hijo, la mujer y los chicos optaron por irse de ese lugar.
El abuelo de la familia siguió contando después, que a raíz del timbre de la puerta de acceso que sonó, inesperadamente para los delincuentes, estos emprendieron inmediatamente la huida. Dejaron los bolsos cargados con ropa, unas máquinas fotográficas, una fumadora. Quisieron sacar un plasma que estaba puesto en la pared pero no alcanzaron, dejaron todo. O sea, dejaron un montón de cosas que tenían preparadas para llevarse».¿La doméstica les alcanzó a ver la cara? Insistió el diario, a lo que Insúa respondió: «Ni le pregunté porque a la pobre la llevaron a internar porque está con un ataque de nervios que no da más». Agregó finalmente que lo que le preocupaba era su nieto de 9 años. «Hay que verlo para creerlo. Mi nuera que no quiere saber nada con quedarse en la casa. Se fue a lo de la madre. Y es todo un lío», aseveró
El hecho sucedió momentos antes de las nueves y media de la mañana en la calle Mar-coni al 500, entre 28 de Julio y Julio A. Roca. En ese lugar se afinca un matrimonio de comerciantes, de un conocido apellido en la zona, y sus dos pequeños hijos. Uno de ellos estaba en la escuela, el otro fue quien vivió la traumática experiencia al ver a los tres delincuentes que de manera violenta entraban a su casa. A la doméstica que lo cuidaba tuvieron que trasladarla a un centro asistencial con una crisis nerviosa. Es la tercera vez que le sucede prácticamente lo mismo.
«Le pegaron una trompada a la chica en el ojo y está con un ataque de nervios», le contó a EL CHUBUT el abuelo de los nenes al mantener un breve diálogo con este diario, ya cuando la Policía se había retirado del lugar. «Fue casi similar a la vez anterior», se acordó.
¿A ustedes los han asaltado ya tres veces con ésta?, se le preguntó. «Sí. Una vez la dejaron a la chica bastante estropeada. Esta vez no tanto, pero de nuevo le pegaron una trompada, la encerraron en el baño y estuvieron juntando cosas. Y en ese Ínterin se nota que alguien de la familia vino a tocar el timbre; no sabemos todavía quién y dejaron todo preparado. ¡Pero tres veces!», exclamó quejándose.
¿La doméstica estaba con alguno de los chicos? Volvió a ser consultado el abuelo, a lo que respondió. «Sí. Con uno de mis nietos. Tiene nueve años. Lo peor es que se encerró en un placard. ¡Un desastre!», aseveró.
Luego detalló ante otra pregunta de este diario que eran tres, que la doméstica no les había visto armas y volvió a reiterar que uno de los malvivientes le habían pegado una trompada a la mujer. «Pero hacen un trabajo como de inteligencia, ven que salen, que van para el negocio, que queda la chica sola y salió a tender la ropa y en ese momento se le descolgaron los tipos por la pared del vecino y le pegó una trompada y la encerró», explicó.
«Así es la seguridad que tenemos en Trelew; a las nueve y media de la mañana», acotó, al revelar además que a raíz de lo sucedido su hijo, la mujer y los chicos optaron por irse de ese lugar.
El abuelo de la familia siguió contando después, que a raíz del timbre de la puerta de acceso que sonó, inesperadamente para los delincuentes, estos emprendieron inmediatamente la huida. Dejaron los bolsos cargados con ropa, unas máquinas fotográficas, una fumadora. Quisieron sacar un plasma que estaba puesto en la pared pero no alcanzaron, dejaron todo. O sea, dejaron un montón de cosas que tenían preparadas para llevarse».¿La doméstica les alcanzó a ver la cara? Insistió el diario, a lo que Insúa respondió: «Ni le pregunté porque a la pobre la llevaron a internar porque está con un ataque de nervios que no da más». Agregó finalmente que lo que le preocupaba era su nieto de 9 años. «Hay que verlo para creerlo. Mi nuera que no quiere saber nada con quedarse en la casa. Se fue a lo de la madre. Y es todo un lío», aseveró
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