Desvalijan negocio en barrio Sarmiento mientras sus dueños están de vacaciones

7 de Marzo del 2009

Entre dos y cuatro delincuentes entraron ayer a la madruga­da a un almacén cuyos dueños se encuentran de vacaciones y lo vaciaron. Se llevaron diversos artículos comestibles, bebidas, fiambres, conservas, golosinas, una costosa balanza electrónica v hasta una soldadora eléctrica de pequeñas dimensiones. Mientras cometían el robo uno de ellos hasta se dio el lujo «de tomar una gaseosa y comerse un alfajor».
El hecho sucedió en el barrio Sarmiento, al sur de Trelew, en las instalaciones comerciales que funcionan adelante de un domicilio de la calle Uruguay al 800. El negocio se llama Homero's Shop», el matrimonio que vive allí esta lejos de la zona y una de sus hijas, Claudia, al acceder a dialogar con EL HUBUT después que se fue la Policía reveló que en varios años es la primera vez que les entran a robar a sus padres.
Ante esa circunstancia este diario le preguntó qué se habían llevado, a lo que respondió: «Y todo lo que es mercadería, bebí­as alcohólicas, golosinas, yerba, conservas, fiambres, una balanza. Se llevaron vinos, licores, petacas, en cerveza se llevaron e las dos marcas que más se venden, sidras y vinos finos». Plata? Insistió este diario. «No plata no, porque no hay nada de valor acá. Vinieron derecho al negocio y se llevaron todo lo que es mercadería, nada más. Lo vaciaron, no quedó nada. Todo se llevaron», acotó.
«Es alguien que sabe, porque vino derecho al negocio. Sacaron alimento balanceado de una bolsa para meter allí las cosas y se las llevaron». ¿Y en la casa detectaron que faltaba algo? volvió a consultarle EL CHUBUT. «No. Solamente una soldadora eléctrica y nada más porque -desde ya te digo- no tienen nada de valor ellos. Las pocas cosas que tenían en el negocio se las llevaron», insistió.Luego dijo que sus padres hacia mas o menos una semana que se habían ido de vacaciones, que «están a muchos kilómetros de acá (de Trelew)» y que por eso no querían preocuparlos llamándolos por teléfono. «Trataremos de solucionar nosotros mismos el problema hasta que vuelvan». «Lo que es extraño es que ninguno de los vecinos haya visto nada y esto ocurrió durante la madrugada porque a las siete y media de la tarde de ayer (por el jueves) vino mi cuñada y estaba todo tranquilo. Yo vine a las diez y media (de la mañana de ayer) que me avisaron y me encontré con la puerta abierta. Así que llamé enseguida a la Policía.», dijo la joven.